NUESTRA SINGULARIDAD
Un
maestro sabio estaba hablándole a un grupo de estudiantes entusiastas. Les dio la
tarea de salir y encontrar una flor pequeña inadvertida. Les pidió que
estudiaran la flor por un tiempo prolongado.
Consigan
una lupa y estudien las delicadas venas de sus hojas, y fíjense en los matices
y tonos de color. Volteen las hojas lentamente y observen su simetría.
Recuerden que esta flor pudo haber pasado
inadvertida y no ser apreciada, si ustedes no la hubieran encontrado y
admirado.
Después
de que el grupo regreso, le maestro comento: Las personas son así, cada una es diferente,
cuidadosamente creadas, singularmente dotadas pero hay que pasar tiempo con
ellas para saberlo. Hay tantas personas que están inadvertidas y no son
apreciadas porque nadie se ha tomado el tiempo para admirar su singularidad.
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